Dos de los grupos que forman la Familia Salesiana en Barakaldo (ADMA y AA.AA.) se han reunido para preparar, cada uno a su manera, la celebración de la Navidad.
A media tarde del jueves 18 de diciembre, las más fieles del grupo de ADMA (Asociación de María Auxiliadora) se han reunido para rezar en torno a una gran imagen del Niño Jesús. Es la misma imagen que desde la noche de Navidad estará presente delante del altar de nuestra iglesia. Por cierto, aquí seguimos teniendo Misa del Gallo a medianoche.
Tras la oración, han ido apareciendo las buenas cosas que alegran el momento posterior. Algo para picar un poco, algo para beber. Pero, por los misterios de la multiplicación, van apareciendo pequeñas joyas de la repostería, que solamente nuestras abuelas conocen.
En ese ambiente tan nuestro, siempre hay alguna (porque, excepto los cuatro salesianos que las acompañamos, son todas mujeres), que se arranca cantando villancicos de su tierra. Y de eso sabemos mucho en Barakaldo, que se ufana de haber tenido hasta 17 casas regionales.
Todavía con el buen gusto que tenemos en la boca, por tanta cosa buena, y sin poder dar freno al corazón por la alegría de estar con tanta gente buena, nos tenemos que ir a otra zona del edificio. Allí, a nivel de la calle, los Antiguos Alumnos montan el Belén todos los años.
Y, como una de las actividades más importantes que desarrollan es la acogida y acompañamiento a los inmigrantes (con el programa “Barakaldo, casa abierta” – leer aquí), allí nos juntamos unos cuantos de la Familia Salesiana, muchos inmigrantes africanos y latinos, y algunos concejales (se invita a todos, y luego vienen los que quieren o pueden venir).
Se presenta el acto, por medio del presidente de la Asociación de Antiguos Alumnos. El Director de la obra saluda a la gente. Si alguna persona quiere decir algo, lo dice. Luego, se cantan unos villancicos en euskara (con la ayuda del karaoke). Siguen otros villancicos populares de algún país latinoamericano (Paraguay, Bolivia…). Los senegaleses nos han prometido un canto en wolof para el año que viene.
Luego, mayores, medianos y el buen grupo de peques nos afanamos en torno un chocolate con bizcochos, mientras vamos pasando por el Belén y se van formando pequeños grupos, en los que se habla de lo divino y de lo humano.
Es bonito saber que algunos subsaharianos vienen expresamente desde su actual lugar de vivienda. Llegaron hace años a Barakaldo. Aquí se les recibió, se les introdujo en la nueva cultura, un poco de informática. Luego fueron a vivir a otros sitios. Pero, si pueden, siempre hay algunos que vienen expresamente para estar con sus amigos en torno a un humilde Belén. Gracias, hermanos musulmanes.
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