Aunque la hora de inicio estaba fijada para las nueve de la noche, bastante antes los fieles participantes tuvieron la posibilidad de acercarse al sacramento de la penitencia; un buen grupo de sacerdotes salesianos estábamos distribuidos por confesionarios y por otras partes del templo para acoger, durante las dos horas y media que duró la celebración, a cuantos se acercaban al sacramento. Fueron muchos los que aprovecharon la oportunidad que se les ofrecía.
Este año la asistencia de fieles ha sido masiva. En nuestra parroquia de “María Auxiliadora” hemos notado un incremento considerable de participantes, con relación a los últimos años.
En el desarrollo de la Vigilia se podían distinguir tres partes: el rezo del Santo Rosario, complementado con abundantes canciones marianas; alabanzas a la Inmaculada, con fervientes discursos de los miembros más representativos de la Milicia de la Virgen Inmaculada, promotores de estas vigilias y, como colofón, la Eucaristía.
Nuestra celebración estuvo presidida por el Obispo Auxiliar de Madrid, Don Fidel Herráez. Con él concelebraron varios sacerdotes.
También el Papa Francisco estuvo presente por medio de un mensaje, en el que invitaba a los fieles a “aprender de María a confiar en Dios y a dejarse conmover con continua solicitud, profunda humildad y sencillez de corazón hacia aquellos hermanos que sufren las consecuencias del mal”.