Ayer, 4 de diciembre tuvo lugar el funeral en la Parroquia de Burtzeña, el 7 de diciembre se celebrará una misa en la Parroquia de Lutxana y el día 14 de diciembre en Salesianos Cruces.
En la homilía del día 4, presidida por Alfonso Aldasoro, hizo un recorrido por su vida y su manera de entenderla. Pili Bajo era una mujer muy activa, miembro del consejo de Admas en la zona de Bilbao.
Alfonso así se dirigía a ella en su intervención:
Amiga de todos y por eso muy querida por todos nosotros, alegre…cómo te gustaba organizar excursiones…que la gente fuera feliz, y sobre todo creyente, cuánta fe irradiaba tu persona ¡qué envidia me dabas! Y por supuesto una trabajadora incansable, en las parroquias, en la asociación de Mª Auxiliadora, ¿dónde no estaba colaborando? Contigo hemos compartido muchos años de existencia…gran parte de esos 75 años que Dios te ha concedido. Porque, cuando un ser querido se nos va, se desgarra también una parte de nuestra vida. Por eso, Pili, nos va a costar acostumbrarnos a vivir sin tu presencia.
Hasta el final has estado cuidada por tu familia, tus amigos, con mucho cariño, pues es de bien nacidos ser bien agradecidos, y tú Pili nos has dado muchas cosas.
Ahora estamos reunidos en esta parroquia de la Natividad de Ntra. Sra. de Burtzeña, orando por ti y por nosotros, presentando tu vida y dejándola en las manos de Dios y de nuestra Madre, una Madre que es Auxiliadora.
La vida es un gran regalo. Primero para quien la recibe. Luego para los demás. Sí, tu vida sencilla ha sido un don inapreciable, sobre todo para tu familia. Por eso, en este instante, damos gracias a Dios por el don que nos ha hecho en tu persona.
Damos gracias a Dios por la amistad que nos regalaste, por la paz que derramaste a tu alrededor, porque con tu trabajo, dedicación y amor te convertiste en una persona digna de ser amada. Rezamos también para que nada valioso de tu vida se pierda. Para que no te olvidemos fácilmente, sino que continúes viviendo en todos nosotros, en nuestros corazones y en nuestras ganas de vivir, sobre tos en estos momentos en los que nos encontramos tan desolados. Que tengamos siempre como libro de cabecera… el LIBRO de TU VIDA, que tú nos has regalado, para que releyéndolo…no olvidemos como hay que hacer para vivir una vida entregada los demás, como ha sido la tuya.
Su recuerdo sigue vivo entre todos. Su vida ha sido un ejemplo.
