Hoy, 5 de diciembre, se conmemora la figura del Beato Felipe Rinaldi (1856 – 1931), tercer sucesor de Don Bosco a la cabeza de la Congregación y de la Familia Salesiana.
Don Rinaldi trabajó por la consolidación y expansión del carisma salesiano con el ejercicio de una autoridad paterna y sabia. Se le considera el fundador de la obra salesiana en España y Portugal, así como el iniciador, en forma de genial, del Instituto Secular de las Voluntarias de Don Bosco.
Su vocación nació del encuentro con el apóstol de los jóvenes, del cual inició personalmente el camino de la formación religiosa y sacerdotal. Emuló las virtudes y características espirituales tanto que fue llamado su "imagen viviente". Ardiente de amor por la Iglesia y promotor de la presencia renovadora entre los pueblos con una auténtica movilización misionera, incluso de muchos jóvenes.
Entre los rostros de los santos salesianos, lo que caracteriza a la de Don Rinaldi es la nota de la paternidad. Como director, a los 33 años, se había propuesto: "Caridad y mansedumbre con los hermanos, soportando cualquier cosa que pueda ocurrirme". Como Inspector dirá: "Seré padre. Evitaré los tratos ásperos. Cuando vengan a hablar conmigo yo no les dejaré ver elestar cansado o el tener prisa". De Don Rinaldi, el P. Francesia, salesiano de la primera generación, dirá: "Le falta solo la voz de Don Bosco. Todo lo demás lo tiene".