La iglesia de los Salesianos de Pamplona se vistió con sus mejores galas. Presidio la eucaristía nuestro inspector Juan Carlos Pérez Godoy, acompañado Fernando Aranaz, Diácono Permanente de la Diócesis de Pamplona y Tudela y de los sacerdotes concelebrantes, algunos de los centros salesianos de los cooperadores en la provincia de Bilbao y otros de la diócesis.
Un coro joven puso la nota musical a la celebración, que tuvo el colorido especial de las grandes ocasiones. Una celebración solemne y entrañable. En la Eucaristía el lenguaje predominante fue el del corazón, desde el primer momento se sintió en el ambiente algo especialmente precioso iba a ocurrir, no era para menos nuestro hermano Antonio una persona de corazón salesiano, eclesial y universal iba a comprometerse a vivir los valores evangélicos con el estilo de los hijos de Don Bosco.
Mirando a las personas que ocupaban los bancos de la iglesia se podía ver lo que es la vida de Antonio en ellos estaban su familia –madre, hermanos, sobrinos…- amigos de la Diócesis donde ha desempeñado una eficiente labor en diversas delegaciones y su familia eclesial la salesiana. Y así lo reflejaba el propio inspector en su homilía.
En Enero Antonio se irá a Bolivia para seguir la llamada misionera saliendo al encuentro de quien lo necesita y tratando de ser signo y portador del amor de Dios a los jóvenes de ese país.Fue un día festivo de mucha significación, de emociones y de profunda alegría. Día de crear Familia y compartir el carisma.
La galería fotográfica que podemos disfrutar desde este enlace lo cuenta.