“Different roots, same language” (Diferentes raíces, idéntico idioma). Bajo este lema nos convocamos dos centros que comparten el mismo espíritu y claves educativas, con el ánimo de iniciar una experiencia que, más allá del intercambio, persigue el enriquecimiento mutuo. Salesianos Barakaldo y el centro que animan las Hijas de María Auxiliadora en la localidad polaca de Ostrów Wielkopolski estamos inmersos, desde el curso pasado, en dar vida, en comunión de intenciones e idéntico carisma, a un programa de actividades que quieren ser oportunidad de madurez e impulso para nuevas estrategias educativas, en el marco del conocido programa europeo COMENIUS. Todas las líneas de acción, ya sean estas de carácter didáctica como cultural o artística, si bien tiene como primer y último protagonista al alumnado, destinatario preferente del proyecto, van dirigidas a toda la comunidad educativa de ambos centros.
A pesar de las diferencias propias del lugar de procedencia, de los matices culturales que nos distinguen, el proyecto apuesta por buscar y propiciar un espacio para compartir cuanto somos: jóvenes con similares inquietudes, sueños, miedos… jóvenes que crecen con un modelo educativo que alimenta también la dimensión espiritual, el encuentro con quien da sentido a la vida. Diferentes raíces, Barakaldo y Ostrów, pero un mismo lenguaje, el juvenil y el salesiano.
Más de 35 jóvenes de ambas presencias han disfrutado o podrán disfrutar de la oportunidad de conocer más de cerca el centro asociado, a través del periodo de intercambio y visita. Sin duda, uno de los momentos álgidos del programa de actividades, cuyo contenido contempla el trabajo en torno a la mitología, el idioma propio, la manifestación artística, la reflexión y el testimonio sobre la paz, etc. Como horizonte, acompañar a estos jóvenes en su formación integral, favoreciendo el desarrollo de la competencia lingüística en inglés, lengua oficial del proyecto, y la madurez como ciudadano de una Europa unida y tolerante.
Los alumnos de Barakaldo disfrutaron en junio de diez días de trabajo y convivencia en Polonia. El arte y las leyendas clásicas de cada país fueron los temas nucleares del encuentro. Un agradable paseo por la mitología vasca y polaca, una visita virtual a las obras pictóricas de Picasso y Matejcko, una exhibición de deportes tradicionales, además de las interesantes visitas a Wroclaw, a la monumental Cracovia, al santuario de Czestochowa y la siempre impactante visita a Auschwitz jalonaron las jornadas que ya forman parte de la memoria agradecida de quienes tuvieron la fortuna de vivir esta experiencia. Por su parte, los dos profesores acompañantes del colegio Salesianos Barakaldo participaron con clases de euskera y castellano, también de Historia de España y del País Vasco.
El último paso dado ha sido la visita, por segunda vez –la primera fue el pasado mes de febrero-, de nuestros socios polacos. El eje vertebrador de todo el plan de actividades en esta última semana lectiva de septiembre ha sido la paz, vista desde diferentes pero complementarias perspectivas: a través de la palabra; a través del testimonio, pues contamos con la presencia y la palabra desgarradora de una víctima del terrorismo; a través de la música; a través de la reflexión filosófica… Además, la semana ha venido cargada de visitas culturales por la zona, acercando la belleza de nuestra tierra a los alumnos polacos. Así, se ha visitado Bilbao, Donostia, Biarritz, Gernika, San Juan de Gaztelugatxe… lugares emblemáticos que han inmortalizado las muchas fotos realizadas para el recuerdo que pueden verse en el blog ‘sameroots.blogspot.com’.
La Comisión Europea nos ha brindado una excelente oportunidad, gracias a la subvención recibida, para hacer experiencia de fraternidad carismática, para ofrecer un horizonte educativo nuevo a nuestro alumnado, velando por que este pueda estar a la altura del tiempo en que vive; en definitiva, en el marco de este curso salesianamente especial y significativo, COMENIUS nos ha insuflado un aire fresco y renovador en nuestro corazón pastoral al descubrir, junto a nuestros socios polacos, que la misión que Dios encomendó a Don Bosco sigue hoy tan viva como entonces.
