900 jóvenes inauguran el Bicentenario de Don Bosco en Siria

3 octubre 2014

Del Alam nace el Amal es un juego de palabras árabe, que significa: del “Sufrimiento” nace la ”Esperanza”. El 18 y el 19 de septiembre los jóvenes se reunieron en la casa salesiana de Alepo para pasar dos días estudiando el tema ‘Sed mis testigos’ e inaugurar así las celebraciones locales por el Bicentenario de Don Bosco. Más allá de cualquier previsión, participaron cerca de 900 jóvenes, que llegaban de todas las Iglesias locales y, en muchos casos, de otras asociaciones cristianas.


A medida que iban llegando, los jóvenes recibían su kit, que contenía varios aparatos y un film sobre Don Bosco en árabe. Después se presentó una exhibición de payasos, seguida de una oración introductoria y la acogida de la cruz, que se quedará y acompañará a los jóvenes a lo largo de todo el año pastoral. Como escenografía, un enorme cuadro realizado por don Tony Freij y algunos voluntarios, que representaba por una parte a Jesús Buen Pastor y por la otra a Don Bosco Buen Pastor.


A continuación, don Gimi Kourji explicó el sentido del encuentro y recordó que para ser “testigo” se precisa ser discípulo, afrontando también las dificultades: la “programación negativa”, es decir, el condicionamiento de la guerra, del miedo, de las antiguas costumbres…; el conformismo de quien no quiere profundizar su relación con el Señor; el conformismo de quien no busca al otro.


El argumento del segundo día, en continuidad con el primero, era “Don Bosco discípulo de Cristo” y lo desarrolló don Simon Zakerian, quien mostró cómo también hoy el testimonio es esencial en la vida del discípulo y que, a partir de los ejemplos recibidos, es posible desarrollar una relación personal con Jesús y llegar finalmente a evangelizar a los demás.


Además de los discursos y de las intervenciones, el mensaje de compromiso cristiano se transmitió sirviéndose de  escenas cómicas y espectáculos; por la tarde se celebró la adoración eucarística y una liturgia penitencial. Después, en medio de un clima de inmensa alegría, los jóvenes acogieron la estatua con la reliquia: al no haber tenido la posibilidad de hacer entrar las reliquias en Siria, los Salesianos han mandado construir una estatua del santo y le han colocado en el cuello una pequeña reliquia.


La misa de clausura, concelebrada también por varios sacerdotes de la Iglesia de Alepo, la celebró don George Fattal, Director de Alepo, quien en la homilía subrayó que la alegría de Don Bosco le venía directamente de la fuente de la alegría que es Jesús.


Al término del encuentro, los jóvenes manifestaron su agradecimiento a los organizadores. Decía uno de ellos: “Os doy las gracias por vuestra presencia, por el trabajo y la fatiga; nos habéis hecho sentir de nuevo la vida y nos habéis ayudado a olvidar, en estos dos días, el clima de guerra y de muerte… Desde lo más profundo de mi corazón os digo: ¡GRACIAS!”.

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