Liberia es el país más  afectado por el contagio, y Monrovia, la Capital, representa la zona en la que parece más difícil poder contener la epidemia, que solamente en Liberia ha causado  la muerte de más de 1.800 personas.

Los jóvenes han acometido la lucha contra el Ébola por las calles  de Monrovia, bajo el lema:“Each One Reach One” (que cada uno consiga una persona). Al principio han sido adiestrados por operadores sanitarios y médicos del Ministerio de la Salud y de la previsión Social, y por el equipo conducido por el Dr. Timothy Flanigan, especialista en enfermedades infecciosas en la Universidad de Brown, en Rhode Island, EE.UU., que es también diácono permanente.

Estos jóvenes –un total de 105 chicos y chicas, divididos en equipos– van de comunidad en comunidad, por las calles de la ciudad y en las chabolas, y enseñan a la gente la manera de evitar la infección y cómo protegerse a sí mismos y a sus familias.

De este modo los jóvenes han asumido un rol de guías y de abre caminos en la lucha contra el miedo y la ignorancia, para dar esperanza y optimismo. Transmiten así su sentido de solidaridad y de patriotismo, en un momento de crisis y de sufrimiento por todo el país. Hasta el presente, se calcula que han sido más de 5.000 personas a las que han podido ayudar en su trabajo de educación sanitaria en las últimas cuatro semanas.

Los dos equipos de jóvenes están dirigidos  y acompañados por don Daniel Libby, coordinador de la obra Don Bosco en la calle 8, y don  Raphael Aeroboam, responsable de los jóvenes en la casa salesiana de New Matadi. Las actividades están apoyadas por los salesianos y por la generosidad de muchas personas y fieles de la parroquia dedicada a San José, en el barrio de Capitol Hill.