Viaje al centro del mundo salesiano

7 agosto 2014

 
 
La jornada ha comenzado, como en los últimos días, con la salida de los autobuses, en esta ocasión con destino a la capital del Piamonte. Los jóvenes han preparado durante el camino las preguntas que le lanzarían al Rector Mayor en el encuentro vespertino.

En Valdocco los esperaba el rector de la Basílica de María Auxiliadora, Don Franco Lotto. Tras la oración, los jóvenes se han dividido de nuevo por grupos para realizar las visitas del día.

Los participantes han podido imaginarse cómo vivía Don Bosco en sus habitaciones. Y también se han llevado alguna sorpresa, como el tamaño de su sotana.

Pero, sin duda, el corazón de Valdocco está en la capilla Pinardi. Allí acudían los muchachos de Don Bosco para aprender un oficio, recibir los sacramentos y jugar con otros chavales en el patio. Un lugar que evoca bonitos recuerdos: "Cuando he llegado a Valdocco, me he imaginado a los chicos de mi colegio pasando por aquí", comentaba Erika Casquero, de Arévalo.

El crecimiento del oratorio obligó a construir una nueva iglesia más espaciosa, dedicada a San Francisco de Sales. Ahora, la expansión de los Salesianos por todo el mundo ha propiciado el nacimiento de nuevos ‘Valdoccos’, lugares donde jóvenes como los participantes del Campobosco se sienten queridos, tal como quería Don Bosco.

En el patio de Valdocco los jóvenes han tenido un rato de diversión con los juegos que hacían los muchachos del primer oratorio. 

Encuentro con el Rector Mayor

Por la tarde los jóvenes del Campobosco 2014 han tenido un encuentro con el Rector Mayor de los Salesianos. Don Ángel Fernández Artime les ha dicho que no tengan miedo y les ha recordado que tienen "mucho dentro para dar". El Rector Mayor ha afirmado que "Don Bosco los necesita". También les ha transmitido un deseo para el bicentenario del nacimiento del santo fundador: "Queremos que sea una ocasión para volver a los orígenes".

Como colofón, Don Ángel ha celebrado la Eucaristía. En su homilía, ha dejado tres premisas claras: ser buscadores de Dios, construir ambientes sanos y tener un corazón agradecido. Durante la Misa, Isidoro Igualada ha realizado la promesa como Salesiano Cooperador junto a un grupo de hermanos que han renovado sus promesas: "Es muy emocionante dar testimonio de mi compromiso evangélico entre tantos jóvenes y en un lugar tan significativo".

Tras la cena en el patio, los jóvenes han tenido un momento de interioridad y han puesto el punto final a la visita a Valdocco con una oración ante Don Bosco.

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