Voluntariado europeo en Bélgica

22 julio 2014

 

 

 

"Buenas, soy Iván Poza, animador de la casa de Vitoria-Gasteiz. A finales de junio me llegó un correo electrónico de la Confederación de Centros Juveniles Don Bosco de España en el que ponía que había dos plazas libres para hacer una experiencia de voluntariado europeo en Bélgica del 4 al 20 de julio. No me lo pensé y a los pocos días me vi preparando mi maleta rumbo a Bruselas.

 

En Bélgica me encontré con los otros voluntarios europeos, que como yo iban a participar como animadores en los diversos campamentos urbanos de las presencias salesianas belgas, y entre ellos tres españoles más: Verónica de Cartegena, Antonio de Linares y Juan de Granada.

 

El primer fin de semana, del 4 al 6 de julio, fue una primera toma de contacto con lo que ibamos a hacer. Allí me enteré que iba a pasar mis semanas de voluntariado con Verónica en Groene Zone, la asociación juvenil de un colegio de salesianas de las afueras de Leuven.

 

Como un monitor más el lunes 7 comencé mi trabajo con el grupo de 9 y 10 años. Los monitores se portaron estupendamente y los niños enseguida comenzaron a comunicarse conmigo ayudados del poco inglés que sabían ellos y las cuatro palabras de holandés que sabía yo. De 9:00 a 17:00 todos los dias estabamos con los niños y después evaluábamos, hacíamos las buenas noches, preparábamos las actividades del día siguiente, y convivíamos. Eramos unos cincuenta monitores divividos por niveles que atendíamos a unos 400 niños cada día. 

 

El fin de semana lo dedicamos a juntarnos en Oostende, en la playa, otra vez todos los voluntarios, compartir nuestras experiencias y hacer un poco de turismo y fiesta nocturna.

 

La segunda semana se presentó como la primera, pero esta vez esutuve con los niños de cinco años. Es impresionante el cariño con el que te acogen jugando contigo en silencio al saber que no sabías su idioma. Mi sonrisa y mis muecas hicieron el resto. Canciones, disfraces, talleres, y juegos hacían las delicias de este grupo de pequeños terremotos.

 

El viernes tocó despedirse de los monitores y los niños, intercambiar facebooks y desearse lo mejor, después de 10 días de convivencia y aventuras.

 

Tocaba otra vez juntarse con los monitores checos, eslovacos, malteses, alemanes y españoles para evaluar nuestra labor y visitar Bruselas en nuestro último fin de semana en Bélgica.


He aprendido mucha cosas pero aquí os dejo lo que me pareció mas importante:

 

  • Todo el mundo que quiere comunicarse lo consigie. Si no es con el inglés, con el holandés, y si no con gedtos. Es impresionante lo que se logra con ganas de comunicar.
  • Están muy concienciados con el reciclaje  y lo reutilizan todo (las cajas de cerveza son sus asientos,  tienen un almacén con materiales de deshecho -chapas, tapas, carton, cajas, carteles por el otro lado blanco…-, evitan por todos los medios las sobras…).
  • Clara opcion por los más pobres y desfavorecidos e integracion de los discapacitados en las actividades. Una monitora  de mi grupo estaba en silla de ruedas y entre todos, niños y monitores la integrábamos en los juegos. Las salesianas acogían en su comunidad a familias con niños para que acudieran al campamento. Había chavales de casas de acogida que no pagaban la cuota…
  • Una comunidad de salesianas a pie de calle siempre accesible, con las puertas abiertas a los monitores, niños y familias. Toda la comunidad entregada según las posibilidades de cada una a la acción educativa en el campamento. Insertadas en el grupo de animadores y cenan con nosotros todas todos los días.
  • Las tareas de liderazgo y coordinación no las realizaban las salesianas, eran delegadas en los monitores más expertos. Se notaba el protagonismo juvenil en sintonía con los valores salesianos.
  • Todos los días hacíamos una evaluación personal. No se evalúan las actividades en sí, sino como cada monitor las ha vivido y como se ha sentido (con gráficos, símbolos, emoticonos…). Se daba protagonismo a los sentimientos y a la situación de cada animador.
  • Había un momento de reflexión personal cada jornada junto con las buenas noches. Unas palabritas de alguien en una sala bien montada con cojines y una canción para la reflexión de todos los animadores. Algo sencillo pero que se agradecía y llegaba.
  • Gran ambiente en el grupo de animadores. Intentan que te sientas a gusto, te integran… Todo favorecido por juegos y actividades para los monitores ( ginkana por la ciudad, velada musical, paseo disfrazados po Lovaina, campeonatos…).
  • Teníamos una evaluación final personal con el coordinador cada uno para compartir lo bueno y lo que hay que mejorar.
  • Eran un grupo de monitores joven pero muy responsable. Haciamos fiesta en la habitación, respetando a los que querían dormir; muy accesibles a los niños en todo momento; su realizaban laz tareas de limpieza sin escaquearse…


Tú puedes ser el próximo en vivir esta aventura. Da igual tu nivel de inglés y todos los gastos están pagados. Lo único que necesitas es ganas de vivir una gran experiencia como voluntario en Europa."

 

Más fotografías en la Galería Voluntariado Europeo 2014

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