Los equipos de coordinacion de PINARDI, federación de Plataformas Sociales Salesianas de Madrid, celebran el Fin de Curso “virtual” reflexionando sobre los retos pastorales en la situación actual.
Bajo el título “Retos pastorales para un mundo ¿nuevo?”, el salesiano y hasta ahora director del Centro Nacional de Pastoral Juvenil, Koldo Gutierrez, ha compartido con una amplia representación de los equipos DE COORDINACION de PINARDI, sus reflexiones sobre lo vivido durante los últimos meses de confinamiento. “Seguimos dentro de la tormenta y, por este motivo, seguimos en una encrucijada, no sabemos lo que va a pasar, estamos todavía, en proceso de maduración de todo lo que nos ha pasado. Sí, ha habido mucho dolor, fragilidad, muertes… Tenemos que acoger lo que hemos vivido, ha sido un tiempo de contrastes, porque también han aflorado sentimientos muy potentes entre la gente que quería ayudar, sobre todo entre los jóvenes”, apunta.
La pandemia mundial ha sacado a relucir el “modelo pascual”, el modelo cristiano basado en un horizonte de esperanza a transmitir a todos los que tenemos cerca, a nuestras familias, a nuestros jóvenes. “Hay mucha necesidad de esperanza y nosotros, los educadores no podemos quedarnos parados. Tenemos que poner en valor lo que ya sabíamos, que la cultura de cuidado se ha puesto de largo, es fundamental en nuestra intervención”, relataba Koldo Gutiérrez en la celebración virtual con motivo del final de curso tan atípico.
Al mismo tiempo, ha puesto en relieve el valor de la familia durante estos largos meses, asegurando que “en tiempos de crisis el colchón de seguridad es la familia” y que ha quedado destacado la “fuerza de la familia” como camino y como preocupación. La realidad es que, el cuidar a los cuidadores, cuidar a los demás, a los jóvenes y a uno mismo son las claves para poder realizar un buen acompañamiento en estos tiempos actuales.
En el mismo sentido, Chema Blanco, Coordinador de Plataformas Sociales Salesianas de la Inspectoría Santiago el Mayor, ha participado compartiendo que “tenemos que estar unidos, todos a una, sentirnos comunidad, como hacemos los Salesianos que trabajamos con Hijas de la Caridad, nos enriquecemos entre todos”.
El agradecimiento ha formado parte también de esta ceremonia. Un agradecimiento especial a todos los equipos de profesionales que se han reinventado, esforzado y han apostado por este cuidado, acompañamiento y seguimiento a nuestras familias, como lo haría Don Bosco si le hubiera tocado vivir esta situación.
Pero también un agradecimiento especial y personalizado para el salesiano Antonio Esgueva, que finaliza su etapa dirigiendo la Casa de Pinardi de Alcalá de Henares, Las Naves, y que ha recibido una sorpresa muy especial de la familia salesiana “pinardiana”. ¡Mucha suerte, Antonio!
