Comenzaba el día con los 143 participantes del Capítulo Inspectorial rezando laudes y celebrando la Eucaristía, presidida Juan Carlos Pérez Godoy acompañado en el altar por algunos de los sacerdotes y por Stefano Martoglio, consejero mundial para la Región Mediterránea que está haciendo la visita extraordinaria y participando del Capítulo junto con los salesianos.
“El Señor nos ha dado a Don Bosco como padre y maestro.
Lo estudiamos e imitamos admirando en él una espléndida armonía entre naturaleza y gracias. Profundamente humano y rico en las virtudes de su pueblo, estaba abierto a las realidades terrenas, profundamente hombre de Dios y lleno de los dones del Espíritu Santo, vivía como si viera al Invisible.
Ambos aspectos se fusionaron en un proyecto de vida fuertemente unitario: el servicio a los jóvenes. Lo realizó con firmeza y constancia, entre obstáculos y fatigas, con la sensibilidad de un corazón generoso: No dio un paso, ni pronunció una palabra, ni acometió empresa que no tuviera por objeto la salvación de la juventud. Lo único que realmente le interesó fueron las almas”. (Artículo 21, Constituciones Salesianas)
Juan Carlos leía este artículo en la homilía de la eucaristía y lo hacía con la intención de usarlo como telón de fondo de la reflexión que los capitulares debían iniciar, para poner a Don Bosco como modelo y así responder a la pregunta que el Rector Mayor ha realizado a toda la congregación para preparar el Capítulo General 28: ¿Qué Salesianos para los jóvenes de hoy?
“Tenemos en nuestras manos el futuro. Debemos descubrir qué quiere Dios de nosotros siguiendo la dinámica que nos propone el evangelio con la mirada puesta en Dios y también en el hermano, en los jóvenes, como lo hizo Don Bosco, uniendo en su vida el amor de Dios y la dedicación a la juventud”.
El trabajo de la mañana ha consistido en la aprobación del acta de la sesión anterior y posterior trabajo en las comisiones, se cerrará con una intervención del inspector en la sala de la Asamblea Capitular.
