En la mañana de la primera jornada, el CampoBosco se desplazó hasta el Monasterio de La Aguilera, cerca de Lerma, para acoger el testimonio vocacional de las hermanas de Iesu Communio, que también regalaron a los jóvenes del MJS un tiempo de oración profundo y muy cuidado.

Por la tarde, ya en Salesianos Burgos ‘Padre Aramburu’, comenzó la dinámica del trabajo en grupos: el diálogo, la profundización y la personalización a partir de los tres tiempos metodológicos propuestos para el encuentro: buscar, confiar y amar, a la luz, en todo momento, del relato de Emaús.

En la tarde del sábado, como es habitual, los jóvenes del #CampoBosco17 pudieron celebrar el Sacramento del Perdón, después de experimentar que la fe es una respuesta al sentido de la vida; una respuesta no “racionalista”, sino existencial, que nace del encuentro con la persona de Jesús. La noche hizo las delicias de todos a través de una velada salesiana, rebosante de ambiente festivo y amistad.

La última jornada sirvió para concretar algunas claves de compromiso a nivel personal y grupal (por Casas de procedencia), de forma que “lo vivido en el CampoBosco17 no se quede en Burgos, sino que sirva para continuar el camino de la vida, el camino de la fe, el camino de la vocación, el camino de Emaús… siempre acompañados por el Señor Jesús”, como recordó Xabier Camino –Coordinador inspectorial de Animación Vocacional– en la homilía de la Eucaristía que clausuró el encuentro.

Unos días muy significativos para los jóvenes que participan en los grupos del Itinerario de Educación en la Fe. Seguro que la experiencia de Emaús les sigue animando a buscar con un corazón dispuesto, a confiar con una fe madura y, sobre todo, a amar como Jesús de Nazaret.

Nota: Álbum de fotos del encuentro