Fueron más de 120 personas las que la mañana del 19 de noviembre, en el Centro Don Bosco de Salesianos Atocha, participaron en dicha jornada formativa. Representaban a varios grupos de la Familia Salesiana, y llenaban prácticamente el salón de actos del Centro Don Bosco de Atocha.

El salesiano, Eugenio Alburquerque, fue el que dirigió dicha sesión. Desarrolló en dos momentos con un descanso intermedio, el tema que ha quedado desarrollado en su última publicación: “Don Bosco que sufre”. En la primera parte, analizó con detalle el estado de salud de sus tres últimos años de vida, que a pesar de ser muy delicado, no le impidieron hacer largos viajes, recibir visitas, confesar a jóvenes, prácticamente hasta un mes antes de morir. En la segunda parte, el ponente se detuvo en el tema de la actitud de Don Bosco ante el sufrimiento y el dolor. La editorial CCS se hizo presente, y muchos participantes pudieron adquirir la publicación, y ser dedicada por el propio autor.

Simultáneamente, en un local de la Casa Inspectorial, se reunía el Consejo Inspectorial de la Familia Salesiana, presidido por José Antonio Hernández, el Delegado Inspectorial. Once grupos de la Familia Salesiana de nuestra Inspectoría compartieron sus programaciones anuales, y concretaron un plan de trabajo para ofrecer pistas para trabajar en la pastoral familiar.

La Familia Salesiana sigue pues muy viva, bebiendo de los orígenes en un Don Bosco que entregó hasta su último aliento por los jóvenes, y proyectándose en un futuro comprometido en la misión salesiana.