Como cada año hemos dado por finalizado el curso con una salida a un pueblo cántabro cercano, Ceceñas, donde hemos pasado un precioso día en familia. Éramos un grupo de niños, animadores y familias pertenecientes a los grupos de catequesis. El último domingo de mayo, en tren o en coche particular, nos plantamos allí.
El día comenzó soleado, pero a medida que fue transcurriendo las nubes se nos iban echando encima; aún así, fuimos capaces de disfrutar de cada momento que había sido preparado: gymkana, juegos, guerra de agua, bailes y sobretodo de la grata compañía de los participantes.
El momento de la eucaristía no fue posible a primera hora, así que tuvimos oportunidad de leer el evangelio y hacer la comunión, ya que no disponíamos de tiempo.
En definitiva, pasamos un gran día. Os esperamos el curso que viene. ¡Feliz verano!
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