Han sido trece los que han podido venir, pues las obligaciones, familiares principalmente, han impedido que pudieran venir todos.

En la capilla de la Comunidad, presididos por el Sr. Directo, D. Mariano Sáez y por D. Jesús  D. Jesús Guerra, Coordinador de la Familia Salesiana de la zona, hemos rezado Vísperas y hemos celebrado la Eucaristía. Hemos renovado la promesa de Salesiano Cooperador. 

D. Bosco y María Auxiliadora nos han acompañado; la luz del Bicentenario del Nacimiento de D. Bosco nos ha iluminado y, así, hemos refrescado juntos la Espiritualidad Salesiana y hemos sentido, una vez más, el gozo de pertenecer a la Familia Salesiana. ¡Qué gran bendición de Dios ser miembros de ella!!.  Estos momentos, tan sencillos, nos hacen sentir la presencia de Dios más cercana y avivan nuestra entrega generosa a la misión que esta familia, tan querida de Dios, tiene encomendada.