Bajo el lema “Juntos somos más” la Confer está desarrollando un ciclo de encuentros anuales que va ya en su tercera edición en la que los laicos y religiosos de España se encuentran para profundizar en la oportunidades que tenemos para trabajar juntos en un mismo carisma.

Este III Encuentro se ha reunido más de 700 personas pertenecientes a 120 congregaciones e instituciones carismáticas. El objetivo era profundizar en la formación, que es clave para avanzar en el lema que une a religiosos y laicos: “Juntos somos más”.

El encuentro se dividió en 3 partes. En la primera, se hizo una reflexión profunda sobre el significado eclesial de la vocación de los bautizados comprometidos en la “misión compartida”. Para ello contamos con la magnífica ponencia presentada por el Padre Diego Molina (SJ) con el título “¿Qué laicado para la misión compartida en la Iglesia?”. Durante la misma, se fue analizando la situación del laicado organizado en España, cuáles eran los puntos fundamentales de esa “misión compartida”, cómo se desarrolla y cuáles son los compromisos que las familias carismáticas tienen que desarrollar para que esta común misión sea significativa.

La segunda parte de la mañana se dedicó a una ponencia dialogada entre laicos y religiosos que con el título de “Compartir carisma y espiritualidad” se fueron presentando las realidad de este “compartir” y las dificultades antes las que nos encontramos.

Antes de terminar la mañana, el Arzobispo de Madrid, Monseñor Carlos Osoro, que estuvo presente en el encuentro durante casi toda la jornada, dedicó unas palabras a la asamblea.

Por la tarde, y después de una pequeña velada lúdica se realizó una presentación dialogada de varios planes de formación de grupos laicales de distintas familias carismáticas. Entre ellas, Josean Hernández, delegado de Familia Salesiana de Salesianos SSM y Jesús María Rodríguez, SSCC de Madrid hicieron una breve presentación del plan de formación de la asociación de Salesianos Cooperadores recientemente aprobado por la Consulta Mundial. Este momento de presentación fue compartido con miembros de la familia marianista, escolapios y hermanos de la Salle.

La Eucaristía final fue el colofón a una magnífica jornada de profundización y reflexión sobre la común misión para laicos y religiosos: “La aventura continúa y sí, juntos somos más, y debemos seguir trabajando todos juntos en este objetivo”, concluye Jesús María.