La larga serie de movimientos que desde el pasado sábado 25 de abril, golpeó a Nepal y devastó la parte central del país – con la más fuerte de magnitud 7,9 – deja un saldo trágico: más de 5.000 muertos confirmados hasta el momento, aunque se teme que la cifra pueda llegar a los 10 mil, y al menos 10 mil heridos.
Las réplicas han causado también avalanchas en los picos de la cordillera del Himalaya, que han afectado a varias expediciones de alpinistas. Katmandú, la capital, es la ciudad más afectada, pero el daño afecta a 30 de los 70 distritos que conforman el país. Más allá de los muertos y heridos que aumentan cada hora, el terremoto dejó a familias enteras sin hogar, que se enfrentan a un clima muy duro con lluvias inminentes, en un país densamente poblado y muy pobre, con 27 millones de habitantes – la mitad de los cuales son niños.
Los salesianos están presentes en Nepal desde los años 90 y gestionan dos obras en Katmandú, "Thecho" y "Siddhipur", en el suburbio de Lubhu, y otras dos más en otras zonas del país.
salesianos están presentes en Nepal desde los años 90
Para dar atención a la grave situación de emergencia, los Salesianos han establecido el Equipo de Rescate Don Bosco, quienes están organizando las tareas de ayuda en tres fases:
1.- Atención inmediata a las necesidades básicas del mayor número de personas posible (agua, comida,…) y distribución de material proveniente de otras agencias de ayuda.
2.- Facilitar tiendas y comida de forma continuada para 500 familias.
3.- En una fase posterior, tareas de reconstrucción y construcción, así como formación para jóvenes desempleados
Las intensas lluvias de las últimas horas en Katmandú están dificultando los trabajos de rescate y desescombro.
Miles de personas se han visto obligadas a vivir en las calles, campamentos improvisados, plazas públicas,.. Los Salesianos están buscando el modo de facilitar tiendas de campaña y materiales de emergencia a las personas afectadas.
El Gobierno nepalí insiste en que la ayuda internacional y las ayudas que se faciliten dentro del país han de ser canalizadas a través de las instituciones gubernamentales, pero esta decisión está paralizando y bloqueando de forma alarmante que la ayuda llegue rápidamente a quienes la necesitan.
