Aunque a lo largo del año en otro momento vamos a celebrar una vez más tal efeméride, hemos querido celebrarlo este día, día de su ordenación.

Por la mañana presidió la Eucaristía, en la que nos ha mostrado su experiencia gozosa de estos cincuenta años de servicio sacerdotal en la Congregación.

Nos ha transmitido la experiencia de cercanía de Dios en estos años, y su vivencia en torno a la esperanza fruto de esta presencia cercana de Dios en su vida.

Al mediodía compartimos mesa en la sidrería Oianume, en la que hemos degustado un menú variado y rico, en la que siguiendo con la sana costumbre de la abstinencia, hemos experimentado que la carne no es imprescindible para celebrar con solemnidad fiesta tan grande.

FELICIDADES, Ángel. Gracias por tu servicio de animación y gobierno en nuestra comunidad, dando profundidad y sentido a nuestras vidas con tu presencia paciente, de animación religiosa y siempre aportando para que nuestras vidas sean vidas de plenitud y de vivencia de la presencia de Dios en cada uno de nosotros y en la comunidad.

ZORIONAK!!!!!!