Cientos de niños, jóvenes, Salesianos, Hijas de María Auxiliadora y miembros de la Familia Salesiana venidos de diferentes presencias participaron en la Misa, acompañados de otras personalidades de distintos ámbitos.
Monseñor Osoro señaló en su homilía que Don Bosco buscó a los jóvenes; pidió la salida al mundo a anunciar el Evangelio; y puso en el centro a los niños y a los jóvenes.
El prelado dio las gracias a la Familia Salesiana por su actividad educativa y pastoral: “Está en sintonía con lo que yo personalmente quiero y deseo para todos los jóvenes. Es un servicio incisivo y cualificado a favor de los jóvenes en todos los ambientes donde estén, especialmente preocupados por aquellos que quizá viven en las periferias más profundas en todos los niveles de la vida”.
El arzobispo de Madrid concluyó su homilía invitando a la Familia Salesiana a estar presente en un nuevo espacio de evangelización: “No olvidéis un nuevo patio, un nuevo oratorio que requiere vuestra presencia. Me refiero al mundo digital”.
El himno del Bicentenario y los vivas a Don Bosco pusieron el broche final a unos días llenos de alegría en honor a San Juan Bosco.
