En el día de san Francisco de Sales, conmemoración de María Auxiliadora, en la antesala de la fiesta de don Bosco, la celebración del “Día del Carisma Salesiano” ha reunido en torno a la “mesa de la Eucaristía” a todos los miembros de la Familia Salesiana de nuestra Obra: comunidad salesiana, salesianos cooperadores , ADMA, animadores del centro juvenil y un grupo de niños, adolescentes y jóvenes con algunas familias.

La celebración había comenzado previamente con la acogida por parte de la familia salesiana del “Aguinaldo del Rector Mayor”. Carlos Bravo, salesiano cooperador, se encargó de hacer la presentación con palabras encendidas, llenas de contenido. A continuación, en la capilla del Colegio, la Eucaristía, presidida por el director de la Obra, don Basilio Díaz.

Era el momento en el que se conformaba la asamblea o comunidad cristiana, al unirse los animadores, niños y niñas y jóvenes del Centro Juvenil con algunas familias. En comunión con otros miembros de la familia salesiana de otras comunidades de nuestra inspectoría de “Santiago el Mayor” y en comunión con toda la Iglesia, dábamos gracias a Dios por el don del carisma salesiano recibido como vocación, por el camino recorrido en la vivencia del carisma en fidelidad a la llamada de Dios, (naturalmente con sus más y sus menos). Conscientes de que Dios nos quiere y sigue confiando en la respuesta generosa de cada uno de los presentes, era el momento de renovar la fidelidad al compromiso de amor adquirido… La comunión del “Cuerpo y la Sangre de Cristo” en la mesa de la Eucaristía sellaba este pacto.

Y, “tras la misa, la mesa” (como se dice). La alegría y la paz vividas en la celebración eucarística, ahora se prolongaban en la sala del comedor del colegio.

La semilla está sembrada; en lontananza… los frutos, que esperamos sean sabrosos y abundantes…