Para este sacerdote salesiano criar abejas no es una afición nacida en el confinamiento, le viene desde la infancia y la afianzó como educador en la granja escuela “El Encinar” de Salesianos en Mohernando. De aquellas aulas salieron grandes apasionados por la apicultura entre los que destaca Sergio Viñuelas, veterinario, apicultor y formador de apicultores, presidente de ASAPIA (Asociación de Apicultores de la Alcarria) en Guadalajara.
Salesianos Sacerdote y párroco de la Parroquia San José en Alcalá de Henares en Madrid, se ha hecho popular en Facebook por mostrar como cuida las colmenas de abejas que ha instalado en la huerta de la Casa Salesiana de Alcalá de Henares. Lo hace en colaboración con Isabel Iglesias, antigua alumna de la Granja Escuela “El Encinar” quien se hizo apicultora después de su paso por allí. Ahora cuenta con un colmenar en la Alcarria, cerca de Mondéjar.
Atanasio, Ata como le llama la mayoría, es originario de Antoñan del Valle, un pueblo de la provincia de León: “mis padres eran pequeños agricultores y ganaderos: lo que se puede llamar una economía de subsistencia, en la que se incluían también 6 u 8 colmenas. Las teníamos en el pequeño huerto pegado a la casa donde mi padre cuidaba algunos frutales y mi madre las hortalizas y los semilleros. De las colmenas se encargaba mi hermana mayor”.
Así que Ata lleva con las abejas casi toda la vida, porque “en los años que estuve al frente de la Granja Escuela “El Encinar” en Mohernando- Guadalajara entre 1991 y 2006 fue cuando más las trabajé y donde pude utilizarlas incluso como recurso educativo”, nos cuenta.
El fenómeno de las Redes Sociales
De repente parecía que esta era una nueva afición de Ata, en su perfil de Facebook siempre mostraba su huerto y este año había comenzado con sus colmenas, “pero no me he metido ahora a criar abejas, simplemente ahora las he puesto en las redes sociales (Facebook). Y ha saltado un poco la fama. ¡Estas cosas no se sabe nunca dónde pueden llegar! Pero llevo con ellas casi toda la vida. Por lo menos con la afición y la admiración”, aclara.
En ocasiones considera que lo de salir con las abejas a Facebook: “¡Es un fallo! porque me dejo llevar por lo que reclaman los seguidores, los “like” y las interacciones varias. Y es que nunca un tema de los que he publicado había conseguido tanto seguidor de cerca y de muy lejos. Nunca uno de mis videos había conseguido mil reproducciones en 48 horas. Me llegan comentarios en el muro, por privado, peticiones, sugerencias, adhesiones, etc. Y uno se deja llevar… pero supone también una reflexión al comprobar las sensibilidades de la gente. Y una oportunidad para usarlo como recurso educativo y evangelizador”.
Posibilidades educativas
Desde hace varios años coloca en el huerto de la comunidad de Alcalá de Henares una colmena vacía: “cuadros con cera lisa y otra “estirada” _ la cera lisa son las láminas que el apicultor pone en los cuadros de las colmenas para que las abejas hagan sus panales; y estirada, una vez que las abejas han iniciado la construcción de sus celdillas hexagonales_. “Luego en primavera le pongo perfume atrayente de abejas. Con este sistema llevo cazados varios enjambres. Luego los llevo al colmenar que tiene Isabel Iglesias, o tenemos, en la Alcarria cerca de Modéjar”. Isabel es una de las niñas (hoy ya madre de familia) que adquirió su pasión por la apicultura en la granja Escuela “El Encinar”. “De aquellos ‘niños’ de Mohernando han salido varias vocaciones de veterinarios, zoólogos, biólogos, ambientalistas… Uno de los más representativos quizás sea Sergio Viñuelas, veterinario, apicultor y formador de apicultores, presidente de ASAPIA (Asociación de Apicultores de la Alcarria) de esa asociación soy “el Pater”(capellán) y celebro la Misa en la fiesta de la Patrona, la Virgen de Valvanera”, afirma orgulloso Ata.
En la Comunidad Salesiana esta afición de su hermano se vive con un poco de curiosidad “algunos se atreven a grabarme los vídeos”, pero también con un poco de preocupación porque con la ley actual esta actividad es complicada. Este año es excepcional porque con el confinamiento, por la prohibición de movilidad entre provincias no es posible llevarlas todavía al colmenar que está en Guadalajara, aunque en el momento en que se posible allí las llevarán.
Ata constata que España tiene una legislación, en materia de abejas, muy restrictiva, cuando se pone a hablar se le nota la pasión por el tema y su reivindicación medioambiental en lo que se refiere a la cría de abejas, “en muchos países está permitido tener colmenas en las ciudades (Nueva York, París, Londres). Los conventos han tenido colmenas en sus huertos hasta el siglo pasado. Es posible que hayamos estado en algún hotel de esas ciudades y no nos hayamos enterado de que en las azoteas de ese edificio había colmenas. De todas maneras, se van dando pasos _continua_ en Alcalá hay un hotel que, de forma experimental, tiene una colmena en la azotea. Yo llegué hace unos años a proponerle al concejal de medio ambiente la posibilidad tener unas pocas colmenas en un lugar accesible para fines educativos y de sensibilización. Hemos dado cursos en colegios y en la cárcel de Alcalá-Meco. Y sería bueno poder llevar a la gente hasta el colmenar y ver una colmena por dentro. A él le pareció muy bien y se entusiasmó con la idea. Pero mientras esté esta legislación no se puede”.
Este salesiano apicultor incluso valora como positivo que pudiera haber alguna colmena en los colegios y en su Facebook le hemos visto proponer la creación de una FP en Apicultura. “En Mohernando tuvimos durante varios años una colmena en un aula-taller. Era una colmena de metacrilato (transparente), con salida de abejas hacia el exterior por un tubo que atravesaba el muro. Los alumnos podían estar en el aula viendo la colmena por dentro. ¡De ahí las ‘vocaciones’! Nunca nos dio el menor problema. Algunos de aquellos niños me escriben hoy agradeciendo aquellas experiencias que han orientado su vida y su inteligencia”.
Vocación salesiana: naturaleza y educación
“Los padres de Don Bosco creo que tenían una profesión y una economía parecida a la de los míos. Y él nunca rechazó esos orígenes. Yo tampoco”, reflexiona Ata. “Además _continúa_ el Papa con la encíclica “Laudato Si’ sobre el cuidado de la casa común destaca la importancia de la ecología, sus tramas y relaciones, el cuidado de la creación y la preservación de las especies. Las abejas son una especie protegida especial. Sin ella peligra la misma existencia humana. Son una especie con la que siempre se está aprendiendo, nunca se termina. Cada día nuevos hallazgos, nuevas observaciones, nueva admiración”. En todos estos elementos Ata une su vocación salesiana, con su admiración por la naturaleza, desde sus orígenes hasta la actualidad.
Para Atanasio Serrano despertar la vocación de la apicultura en un joven es iniciarlo “en un hobby entusiasmante, un empleo del tiempo libre sano, que en lugar de gastar dinero, es una fuente segura de ingresos; fomenta la relación familiar y con otras familias en el medio natural, despierta la inteligencia fluida y la resolución constante de problemas, te hace más relacional y solidario al tener que ayudar a otro apicultor y a dejarte ayudar por ellos; te lleva a descubrir al Creador y a la contemplación y admiración de su obra”.