Decía Santa Teresa de Calcuta: "Dad la viva expresión de la bondad de Dios: que esa bondad brille en vuestro rostro, en vuestros ojos, en vuestra sonrisa, en el calor de vuestra misma presencia. En las chabolas somos para los pobres la luz divina del Amor de Dios”.
Dios quiere reflejarse en nuestro rostro, como en un espejo. Jesús era Dios verdadero y hombre verdadero. En su rostro humano, en sus ojos, en su sonrisa, en su presencia, se reflejaba la bondad de Dios.
No solo la bondad, sino la ternura de Dios, que es para nosotros Padre y Madre, se reflejan también de modo exquisito en la Madre de Jesús y Madre nuestra. Por ese motivo, Dios Padre nos la ha regalado como Madre de la Iglesia.
FLOR. Da la viva expresión de la bondad de Dios ante los que viven contigo.